Un refrán común es que Estados Unidos es una nación de inmigrantes, que el espíritu de Estados Unidos se deriva directamente del hecho de que la mayoría de los estadounidenses tienen antepasados inmigrantes. Nos llaman crisol de razas, donde la gente viene a alcanzar el "sueño americano", a asentar a sus familias, a trabajar y a poner en marcha sus negocios. Casi la mitad de las empresas de Fortune 500 fueron creadas por inmigrantes o sus hijos, incluidos casi dos tercios de los "unicornios" estadounidenses (empresas de mil millones de dólares).

Sin embargo, hoy en día en Estados Unidos, los empresarios extranjeros que desean trabajar o crear empresas se quedan sin una vía viable para hacerlo, y devolver la industria manufacturera a Estados Unidos es problemático en la difícil economía actual porque conseguir trabajadores extranjeros poco o nada cualificados es muy difícil. Al mismo tiempo, muchos estadounidenses expresan su preocupación por el impacto de la inmigración en el mercado laboral nacional. El actual sistema de inmigración también es problemático desde el punto de vista de la eficiencia, ya que los tiempos de espera para la inmigración legal aumentan año tras año.

 

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